-PUNCIONES

Ahora vayamos a otros cuadros que también usan la medicina como insignia del eterno estudiante que hay en Valls. Empecemos con Descriptio (1999). Vemos a una joven que está siendo examinada por las manos del doctor. La figura del médico siempre es anónima en estas obras. El científico es un personaje que queda en segundo plano, sin mucha importancia, porque lo relevante para el artista es el aprendizaje en sí, lo descubierto, y no su propia persona o aquel en función de investigar. Seguimos: la joven del lienzo tiene pegadas unas etiquetas a lo largo de la mitad izquierda de su cuerpo. Ellas van enumeradas del 1 al 45. Sobre el suelo azul captamos unas seis hojas de papel. Estas láminas del suelo contienen una lista correspondiente a los cuarenta y cinco números pegados sobre la piel de la joven. Ahora bien, en lugar de nombrar las distintas partes del cuerpo humano, esta lista contiene antiguos nombres de pigmentos, y Valls me indica que hay “46 menos 1 cromo-somas: anomalía genética”. Separa el término “cromosomas” para que entendamos la relación que hay entre cromo (del griego χρῶμα ‘color’) y soma (σῶμα ‘cuerpo’), tal como en su cuadro.

Otra obra que podemos relacionar con el cuerpo y el color es Acu picta (2004). Vemos a una joven acostada que tiene cinco lienzos en blanco y colocados en partes concretas de su cuerpo. Los lienzos van en relación con otros cuadros que hay fuera del plano central, a los laterales. Las tablas que van colocadas fuera repiten los formatos de estos lienzos sin pintar. Todo forma, en conjunto, un políptico de seis piezas. Los cuadros que aparecen en la tabla del centro tienen bordadas, cada uno, dos palabras en latín que mencionan partes de los cuadros laterales: Vultus-Os, Spinae-Areola, Vulnus-Fovea, Sinistra-Acus y Filum-Vestigia.

Lectio (2006) es otra tabla que recrea el rostro de un joven de rasgos andróginos. El mismo tiene quince agujas clavadas en su rostro, cada una de ellas con una etiqueta que contiene el nombre en latín del músculo facial que está pinchando, como una lección de anatomía. Estas etiquetas dicen: Occipitofrontalis –Pars Frontalis, Procerus Nasi, Compressor Nassi, Orbicularis Oculi, Levator Labbi Superioris, Zygomaticus Major, Orbicularis Ori, Risorius Santorinii, Depressor Labbi Inf~, Levator Labbi Inferioris, Depressor Anguli Oris, Masseter, Levator Anguli Oris, Zygomaticus Minor, Levator Labii Sup~ Alaeque Nasi. Un hermoso cuadro éste que, además, refleja el dolor de un enfermo, a través de su mirada.

La siguiente obra también nos enseña los músculos faciales, pero la joven no sufre pinchazos en este caso. En Vera icon (2007) hay una mujer con el rostro cubierto por una lámina que dibuja y nombra la miología del rostro humano. El mensaje del pintor se esconde tras la hoja, en el rostro del personaje: la cara desollada, terriblemente desnuda, funciona, irónicamente, como un velo que oculta la fisonomía de la joven. Sus ojos también son reflejo de la enfermedad, ya no ligada al dolor del cuerpo, sino a la amargura de un espíritu reprimido. Casi creemos ver a una Sherezade obligada a contarnos una y mil historias que prolonguen su vida.